Con frecuencia, la niñez se asocia con la felicidad absoluta, con el bienestar y la ausencia de problemas. Sin embargo, se trata de un estereotipo que poco tiene que ver con la realidad ya que los niños también tienen sufrimientos y problemas como muestra, por ejemplo, el fracaso escolar, el acoso en el colegio o las dificultades para hacer amigos. Todo ser humano en situación de ayuda emocional puede encontrar en la psicología una herramienta de ayuda para recuperar la felicidad y solucionar el conflicto.
Por ello, los niños también pueden necesitar hacer terapia psicológica ante un problema concreto que no pueden gestionar por sí mismos y los padres se sienten desorientados sobre cómo actuar. En ese caso, un psicólogo experto en psicología infantil se convierte en un profesional cualificado para abordar el caso.
A diferencia de los adultos que gozan de mayor estabilidad como consecuencia de la madurez, los niños están en pleno proceso de crecimiento, experimentan cambios constantes, necesitan el apoyo de los adultos para reforzar sus propios recursos… Los padres pueden decidir consultar una situación concreta con un psicólogo experto en psicología infantil ante cualquier síntoma de infelicidad en el niño.
Por ejemplo, es un niño que no se divierte y no juega con otros niños de su edad, no sonríe y evita situaciones típicas de su periodo vital. El psicólogo se convierte en un punto de apoyo también muy importante para los padres que pueden obtener pautas de actuación concretas para apoyar a su hijo.
La psicología infantil estudia los comportamientos de los niños hasta que son adolescentes. Los niños también son muy vulnerables ante situaciones de conflicto que se viven en casa, por ejemplo, discusiones constantes por parte de los padres, problemas económicos, muerte de un familiar o un divorcio.
Son situaciones que pueden desencadenar en el niño reacciones de ira constante o tristeza profunda que pueden requerir de la ayuda de un profesional. Otro rasgo que debe servir para dar la voz de alarma es observar en el niño cambios bruscos de humor o un cambio de conducta drástico respecto de su modo de ser habitual.
La psicología infantil parte de la premisa de que todo malestar emocional tiene una causa que conviene identificar para poder hallar un remedio. Cuanto antes se pide ayuda profesional, antes se puede ayudar al niño a recuperar su bienestar, de lo contrario, el problema aumenta de forma notable y el malestar también.
Importancia de la Psicología Infantil
ResponderBorrarCon frecuencia, la niñez se asocia con la felicidad absoluta, con el bienestar y la ausencia de problemas. Sin embargo, se trata de un estereotipo que poco tiene que ver con la realidad ya que los niños también tienen sufrimientos y problemas como muestra, por ejemplo, el fracaso escolar, el acoso en el colegio o las dificultades para hacer amigos. Todo ser humano en situación de ayuda emocional puede encontrar en la psicología una herramienta de ayuda para recuperar la felicidad y solucionar el conflicto.
Por ello, los niños también pueden necesitar hacer terapia psicológica ante un problema concreto que no pueden gestionar por sí mismos y los padres se sienten desorientados sobre cómo actuar. En ese caso, un psicólogo experto en psicología infantil se convierte en un profesional cualificado para abordar el caso.
A diferencia de los adultos que gozan de mayor estabilidad como consecuencia de la madurez, los niños están en pleno proceso de crecimiento, experimentan cambios constantes, necesitan el apoyo de los adultos para reforzar sus propios recursos… Los padres pueden decidir consultar una situación concreta con un psicólogo experto en psicología infantil ante cualquier síntoma de infelicidad en el niño.
Por ejemplo, es un niño que no se divierte y no juega con otros niños de su edad, no sonríe y evita situaciones típicas de su periodo vital. El psicólogo se convierte en un punto de apoyo también muy importante para los padres que pueden obtener pautas de actuación concretas para apoyar a su hijo.
La psicología infantil estudia los comportamientos de los niños hasta que son adolescentes. Los niños también son muy vulnerables ante situaciones de conflicto que se viven en casa, por ejemplo, discusiones constantes por parte de los padres, problemas económicos, muerte de un familiar o un divorcio.
Son situaciones que pueden desencadenar en el niño reacciones de ira constante o tristeza profunda que pueden requerir de la ayuda de un profesional. Otro rasgo que debe servir para dar la voz de alarma es observar en el niño cambios bruscos de humor o un cambio de conducta drástico respecto de su modo de ser habitual.
La psicología infantil parte de la premisa de que todo malestar emocional tiene una causa que conviene identificar para poder hallar un remedio. Cuanto antes se pide ayuda profesional, antes se puede ayudar al niño a recuperar su bienestar, de lo contrario, el problema aumenta de forma notable y el malestar también.